Opinión | ¿Queda magia en los videojuegos?

Cuando veo las suaves llanuras y las altísimas montañas nevadas de Skyrim, cuando me siento el salvador de Gotham en Batman: Arkham City, cuando vivo una película de aventuras en mis carnes en Uncharted 3, cuando aún me puede hacer reir un juego como Portal 2, cuando sigo divirtiéndome saltando en Rayman Origins,… Cuando siento esa magia en los videojuegos que pruebo es cuándo estoy orgulloso y agradecido de formar parte de este joven mundo digital.

El problema viene en el desastroso y lamentable camino que está siguiendo nuestra industria a día de hoy: el dinero mueve mundos y las compañías solo quieren sacar tajada con sus productos los que, en su mayoría, no distan muchos unos de otros. Hasta aquí, si el producto es disfrutable y con una calidad aceptable, parece que todos salimos ganando. Pero la cosa no suele ser así. Lo más fácil es cojer un juego ya hecho, cambiarle el nombre, la portada, meter dos modos de juego más y sacarlo a la venta como una novedad de primera fila. Esto solo nos perjudica a los jugadores. A ellos les da dinero, eso seguro. Pero ¿es eso lo que queremos? Me pregunto una cosa: actualmente, ¿queda magia en el mundo de los videojuegos?

Personalmente creo que sí, aún quedan juegos que luchan por ofrecer quizás no cosas nuevas, ya que actualmente es muy difícil innovar, sino otorgar al usuario una experiencia que no olvidará o que por lo menos disfrute mientras esté a los mandos del título. Se agradecen cosas como Skyrim, por ejemplo. A un servidor el género RPG no le llama mucho la atención, incluso ha llegado a odiarlo; pero en cambio la quinta entrega de la saga The Elder Scrolls me ha conseguido emocionar por muchas cosas. Quizás no haya estado viciado toda una tarde, quizás no haya jugado lo suficiente como para nombrarlo uno de los juegos de la generación, pero de lo que estoy seguro es que Skyrim es una experiencia, te puede gustar más o menos su concepto, pero el viaje a las nevadas tierras de los dragones no lo podrás olvidar. Ese amanecer no lo olvidarás. Esa aureola se te grabará en la memoria. Esa batalla contra ese dragón bajo una tormenta de nieve dificílmente se te borrará de la mente. Es un juego de recuerdos. De magia.

¿Y qué ha pasado con el humor en los videojuegos? Me parece lamentable como se le trata a este aspecto en los juegos actuales. Sí es verdad que todavía nos quedan grandes joyas, como Portal 2 (su final me hizo literalmente descojonarme) o Rayman Origins, que sin dejar la jugabilidad o el apartado gráfico de lado construyen su esencia, su vida y su magia encima del humor. Incluso Uncharted 3 puede hacer gracia en numerosas ocasiones: vale que es un juego serio, una aventura con sucesos impactantes y todo lo que vosotros queráis, pero la personalidad de los personajes es cuanto menos humorística: Drake tiene frases para el recuerdo, Sully es el típico viejete que siempre guarda un as en la manga y Elena también tiene sus puntos a lo largo del juego.

Puede que me llaméis purista, amante de lo antiguo o demasiado pesado, pero creo que es urgente el regreso a viejas mecánicas y géneros del pasado, eso sí, sin dejar de lado lo del ahora, me explico. El ejemplo más claro está en el género de plataformas. Puede que mucha gente esté engañada y crea que estamos en la época dorada de los plataformas en 2D, algo totalmente incierto. Está Mario, por sorpresa está Rayman y pocos más juegos de este género podemos encontrarnos con una calidad superlativa. En cambio en el pasado encontrábamos muchos más juegos de este tipo; tampoco quiero decir que todos los juegos del mercado sean plataformas, lo ideal sería encontrar un equilibrio entre todos los estilos de juego. ¿Os imagináis el mismo número de aventuras gráficas, plataformas y RPG´s buenos que shooters en las tiendas?

Los Shooters. Madre mía. Estoy muy cansado (y seguramente vosotros también) de discutir sobre la explotación de los shooters y cómo esto está devilitando a otros tipos de juegos; y es verdad. No tengo nada encontra de este género, lo he disfrutado muchas veces y lo recomiendo ya que es bastante divertido, pero lo que me cabrea sobremanera es la explotación, esas ganas de hacer caja copiándose del mejor y sin riesgo alguno por parte de la desarrolladora. ¿Cuántos clones de Call of Duty? ¿Cuántos clones de Gears of War? Uno vale; dos también; tres ya huele; pero cuatro es pasarse. Y se han pasado.

A mí, en bastantes ocasiones, me ha dado pereza encender la consola. Habiendo juegos como Skyrim, Uncharted, Rayman, Batman o incluso Zelda, a esperas de probarlo, seguiré teniendo fé en este mundillo de los videojuegos. Pero me estoy quemando. No quiero ir de fucker y decir «a la mierda todo, no hacen juegos como los de antes», esa no es mi intención; solo expongo mi opinión sobre la situación actual de los videojuegos, el cómo ha desaparecido la magia de ellos. Todavía queda un poco, por suerte. Mientras haya gente como Naughty Dog arriesgándose a sacar una nueva franquicia (The Last of Us) a finales de la generación, habrá esperanza. Mientras haya desarrolladoras con ganas de hacer algo nuevo o por lo menos algo tópico pero realizado con cariño, habrá esperanza. Y magia. La necesitaremos, de ahora en adelante.

Acerca de Daniel Escaners

Estudiante de Cinematografía. Amante del cine y devorador de series. Videojuerguista. Co-fundador de La Pantalla Invisible y colaborador en La Cabecita. Escribo, sí.

Publicado el diciembre 23, 2011 en El Rincón del Administrador. Añade a favoritos el enlace permanente. 2 comentarios.

  1. Yo creo que si sigue habiendo magia, pero ahora se encuentra en el mercado de las portátiles, donde hay menos riesgo económico y más posibilidades de hacer juegos con amor, tipo Patapon, Henry Hatsworth, Solatorobo, Ghost Trick o muchos más. En las consolas mayores está todo muy «industrializado» y prefabricado, todo es marketing, hype y altos costes de desarrollo que no permiten el más mínimo error ni riesgo, porque muchas compañías se van a la mierda por un juego fallido.

    • «Industrializado»… sí señor, en muchos casos sí. Por suerte sigue habiendo juego que divierten y emocionan, o por lo menos atraen, pero el hype y el marketing está haciendo mucho daño a la magia en los videojuegos… Y es una pena :(

Deja un comentario